Etnia wayuu colombia

Cultura de la tribu wayuu

A pesar de la riqueza natural de esta región caribeña, los niños wayuu de La Guajira se mueren de hambre y sed. La explotación por parte de las multinacionales, la falta de lluvias y la contaminación de sus pozos no hacen más que agravar las injusticias históricas. Hoy casi el 40% de la población de La Guajira no goza de una nutrición óptima, 433 niños indígenas menores de cinco años están desnutridos y desde principios de 2021, 17 niños wayuu han muerto por desnutrición. Para los más vulnerables, la realidad solo sigue empeorando y los niños wayuu siguen muriendo por causas prevenibles.

La mayor parte de la población del departamento de La Guajira son indígenas que han sobrevivido durante siglos en un entorno hostil. En los últimos años, el expolio por parte de las multinacionales, que explotan sus recursos a cambio de empleos de baja calidad, y la contaminación no han hecho más que agravar estas deudas históricas. A pesar de la abundancia de riquezas naturales, en el siglo XXI los niños mueren literalmente de hambre y sed en las costas del Mar Caribe.Actualmente existen espacios de negociación y diálogo en los que se proponen políticas públicas de acceso a la educación y se definen políticas medioambientales. También se está exigiendo que se atiendan las heridas históricas sufridas por los wayuu y que se garanticen sus necesidades básicas: salud, economía propia, cumplimiento de la sentencia T-302 (la sentencia de la Corte Constitucional de 2017 que ordenó al Estado tomar medidas para que los niños wayuu no murieran por enfermedades evitables), saneamiento básico, vivienda digna para los pueblos indígenas y afrodescendientes, y acceso al agua potable. Lo más básico de lo básico.

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Nombres wayuu

Esta región ha carecido de acceso a los servicios públicos básicos y a los recursos económicos, presentando altos niveles de desigualdad social, pobreza extrema que los ha llevado a tener una vida indigna. La etnia Wayuu es una sociedad matriarcal que depende en gran medida del comercio de la artesanía tradicional para su sostenibilidad económica, enfrentándose a dinámicas comerciales locales injustas, donde su trabajo es infravalorado, y les deja sin beneficios para el crecimiento económico. Sin embargo el tejido es más que una práctica cultural y herencia de sus antepasados, ya que a través de esta actividad expresan cómo sienten la vida.

Además el 84% de esta población es pobre. 6 de cada 10 indígenas son analfabetos y algunos niños tienen que caminar hasta 3 horas para llegar a la escuela. La tasa de mortalidad infantil es la más alta del país, con 34 niños por cada 1.000 nacimientos.    La falta de oportunidades laborales es quizás la mayor de sus limitaciones, que sumada a la falta de educación y al calentamiento global han afectado a la capacidad de las tribus para crear una agricultura sostenible, con sequías que amenazan las cosechas y animales que mueren por deserción.

Tradiciones wayuu

El territorio tiene estaciones climáticas ecuatoriales: una estación de lluvias de septiembre a diciembre, que ellos llaman Juyapu; una estación seca, conocida por ellos como Jemial, de diciembre a abril; una segunda estación de lluvias llamada Iwa de abril a mayo; y una larga segunda estación seca de mayo a septiembre.

Aunque los wayuu nunca fueron subyugados por los españoles, los dos grupos estaban en un estado de guerra más o menos permanente. Hubo rebeliones en 1701 (cuando destruyeron una misión capuchina), 1727 (cuando más de 2.000 nativos atacaron a los españoles), 1741, 1757, 1761 y 1768. En 1718, el gobernador Soto de Herrera los llamó “bárbaros, ladrones de caballos, dignos de muerte, sin Dios, sin ley y sin rey”. De todos los pueblos indígenas del territorio de Colombia, eran los únicos que habían aprendido el uso de las armas de fuego y los caballos[3].

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En 1769, los españoles capturaron a 22 wayuus para ponerlos a trabajar en la construcción de las fortificaciones de Cartagena. La reacción de los nativos fue inesperada. El 2 de mayo de 1769, en El Rincón, cerca del Río de la Hacha, incendiaron su pueblo, quemando la iglesia y a dos españoles que se habían refugiado en ella. También capturaron al sacerdote. Los españoles enviaron inmediatamente una expedición desde El Rincón para capturar a los wayuu. Esta fuerza estaba dirigida por José Antonio de Sierra, un mestizo que también había encabezado la partida que capturó al 22 guajiro. Lo reconocieron y obligaron a su grupo a refugiarse en la casa del cura, que luego incendiaron. Sierra y ocho de sus hombres murieron[3].

Mitología wayuu

Para promover la educación bilingüe entre los wayuu y otros colombianos, el Centro Etnoeducativo Kamusuchiwo’u tuvo la iniciativa de crear el primer diccionario ilustrado wayuunaiki-español, español-wayuunaiki[2].

Menos del 1% de los hablantes de wayuu saben leer y escribir en wayuu, mientras que entre el 5 y el 15% saben leer y escribir en español. Hay 200.000 hablantes en Venezuela y 120.000 en Colombia. Smith (1995) informa de que una lengua mixta guajiro-española está sustituyendo al wayuu en ambos países. Sin embargo, Campbell (1997) no pudo encontrar información al respecto.

En diciembre de 2011, la Fundación Wayuu Tayá y Microsoft presentaron el primer diccionario de términos tecnológicos en lengua wayuu,[3][4] después de haberlo desarrollado durante tres años con un equipo de profesionales de la tecnología y