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Pies dormidos siempre
Por qué se te duermen los pies en el baño
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Es posible que sienta las piernas o el brazo de forma extraña al intentar moverse. Puede sentir un entumecimiento, una sensación de hormigueo o un zumbido casi doloroso. Le resulta casi imposible conseguir que sus músculos funcionen correctamente.
La parestesia es una sensación anormal que se siente en su cuerpo debido a la compresión o irritación de los nervios. La irritación de los nervios puede ser mecánica -como en el caso de un “nervio pinzado”- o puede deberse a una afección médica, una lesión o una enfermedad.
Los síntomas de la parestesia pueden variar de leves a graves, y pueden ser fugaces o duraderos. Saber qué es la parestesia y cómo debería (y no debería) comportarse puede ayudar a determinar cuándo -y si- necesita atención médica para ello.
Las extremidades se duermen con facilidad y frecuencia
Ya conoces la sensación. Llevas media hora sentado haciendo los deberes, con una pierna metida debajo. Te entra sed y te levantas de un salto para beber agua. Pero en cuanto pones el pie en el suelo… ¡Uf! Sientes como si estuvieras caminando sobre alfileres y agujas.
Algunas personas creen que la parestesia -la sensación de pesadez, de hormigueo, de ardor o de agujas “raras” cuando se te duerme el pie- se debe a que no circula suficiente sangre por el pie. Sin embargo, en realidad, el hecho de que el pie se duerma tiene más que ver con los nervios.
Los nervios son como pequeños cables que recorren todo el cuerpo. Al igual que los cables eléctricos de toda la casa que llevan la electricidad a los enchufes, los nervios llevan mensajes de un lado a otro entre las distintas partes del cuerpo y el cerebro.
Si te sientas sobre el pie durante mucho tiempo, comprimes los nervios de esa zona. Por supuesto, esto también puede ocurrir en otras partes del cuerpo. A la gente se le pueden dormir las piernas, los brazos y las manos de vez en cuando.
Cuando se comprimen los nervios de una zona determinada, se interrumpe temporalmente la comunicación de esa parte del cuerpo con el cerebro. Como resultado, esa parte del cuerpo no siente nada porque no se comunica con el cerebro.
Qué hacer cuando se le duerme la pierna
Si le ha ocurrido esto, sabe que durante un breve periodo de tiempo puede haber perdido la sensibilidad en el pie, que lo ha sentido pesado o que ha sentido “pinchazos”. Pero, ¿por qué se te duerme el pie?
Mucha gente dice que esto se debe a que has cortado el suministro de sangre a tu pie, pero los nervios son más culpables. Los nervios son como pequeños hilos o cables que recorren todo el cuerpo, y llevan mensajes de ida y vuelta entre el cerebro y el cuerpo.
Cuando te sientas sobre el pie, comprimes temporalmente, o aplastas, los nervios de esa zona. Estos nervios no pueden enviar mensajes al cerebro con normalidad, por lo que, de momento, la conexión se corta y no sientes nada. Es como una llamada telefónica en la que tu amigo cuelga y tú aún no lo has hecho: Tu cerebro dice “hola”, pero tu pie no es capaz de responder.
Cuando te pones de pie o descruzas las piernas y los nervios dejan de estar comprimidos, la sensación en el pie vuelve pronto. Es posible que sientas un pequeño cosquilleo, como un pinchazo o incluso un poco de dolor. Pero sólo dura unos segundos, ya que la conexión vuelve a la normalidad, y no le hará daño a su cuerpo.
Qué hacer cuando se te duerme la mano
Los nervios son los que transmiten las sensaciones, como el dolor, a través de las señales que envía el resto del cuerpo al cerebro. Si hay demasiada presión sobre los nervios, no pueden hacer su trabajo de transmitir esos mensajes.
Así es como funciona: la presión reduce el flujo sanguíneo en los vasos que alimentan los nervios. Sin ese suministro de sangre, los nervios no pueden transmitir los mensajes del cuerpo al cerebro. Acaban enviando señales con las que el cerebro no sabe qué hacer, por lo que empieza a producir diferentes sensaciones, como hormigueo o entumecimiento.
Cuando se alivia esa presión sobre los nervios, normalmente cambiando de posición, los nervios empiezan a recuperar su función. Durante un tiempo, la sangre fluye más libremente a esa parte del cuerpo, lo que hace que los pinchazos empeoren durante un tiempo. Cuando el flujo sanguíneo se restablece y los nervios vuelven a funcionar correctamente, la sensación disminuye.
Algunas personas dicen que sacudir el miembro dormido o masajearlo puede ayudar. O, si se trata del pie, caminar sobre él. No existe ninguna prueba científica o médica real que demuestre que alguna de estas estrategias funciona (no parece que se haya estudiado). Sin embargo, parecen bastante seguras de probar. Sólo hay que tener cuidado si se camina con el pie dormido: la pérdida de sensibilidad puede desequilibrarte y hacerte caer.