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Flor forma de pajaro
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planta de flor de ave del paraíso
El ave del paraíso es una de las plantas más conocidas del mundo. Originaria de las zonas costeras subtropicales del sur de África, se ha cultivado en todo el mundo y se ha naturalizado en América del Norte, Central y del Sur, así como en Portugal, donde es la flor nacional. Su aspecto exótico, con flores únicas y de vivos colores que parecen la cabeza de un pájaro, la ha convertido en una de las favoritas de horticultores, diseñadores, floristas y jardineros. En plena floración, el ave del paraíso se parece a varios pájaros escondidos en una mata de follaje, levantando el cuello y girando sus cabezas emplumadas y sus picos puntiagudos en diferentes direcciones.
La parte más famosa y llamativa del ave de jazmín son sus flores. Situadas en lo alto de largos tallos que pueden alcanzar el metro y medio de altura, las flores tienen una estructura compleja con colores brillantes y abundante néctar para atraer a sus polinizadores. En el tallo se forma una bráctea en forma de canoa (una hoja modificada, también llamada espata) de color verde, rojo o púrpura, que se abre a lo largo de su borde superior para revelar los pétalos de la flor, los estambres y el prominente estigma que se despliega desde el interior de la vaina. Las flores suelen florecer de septiembre a mayo.
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En la naturaleza, el mimetismo es a menudo algo más que un simple halago: Desde las crías de pájaro hasta las orugas utilizan esta estrategia para evitar ser molestados o comidos. Pero, ¿es ése el caso de una flor cuyo asombroso parecido con un colibrí podría ser más una ilusión óptica que la evolución?
La pregunta surge de un hilo viral de Reddit iniciado hace unas semanas cuando un usuario publicó una foto de las delicadas flores verdes de la Crotalaria cunninghamii, un miembro de la familia de las leguminosas que crece en Australia central y occidental. Algunos comentarios atribuyeron la forma de las flores, que se parece extrañamente a la de un colibrí alimentándose, al mimetismo batesiano, una táctica que algunos animales y plantas utilizan para engañar a los depredadores y hacerles creer que son peligrosos o desagradables para morder; otros apuntaron al simulacro, un fenómeno psicológico que hace que los humanos vean parecidos superficiales. Algunos expertos en plantas también han intervenido, afirmando que la similitud era una simple coincidencia y que la forma era una adaptación para atraer a ciertos insectos y polinizadores.
