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El 4 de septiembre, el Tribunal Regional de Kursk anuló la decisión del Tribunal de Distrito de Lgov de poner en libertad al danés Dennis Christensen, testigo de Jehová encarcelado, y devolvió el caso al tribunal inferior para una nueva vista. Dennis Christensen puede permanecer en prisión hasta mayo de 2022. Es un preso de conciencia perseguido únicamente por su fe y debe ser liberado inmediatamente y sin condiciones.
El 4 de septiembre, el Tribunal Regional de Kursk anuló la decisión del Tribunal de Distrito de Lgov de poner en libertad al danés Dennis Christensen, testigo de Jehová, y devolvió el caso al tribunal inferior para una nueva vista. Dennis Christensen puede permanecer en prisión hasta mayo de 2022. Es un preso de conciencia perseguido únicamente por su fe y debe ser liberado inmediatamente y sin condiciones.
Los testigos de Jehová se enfrentan a la persecución y el acoso en la Rusia moderna desde 2009, cuando un tribunal de la región de Rostov, en el sur de Rusia, prohibió la organización local de los Testigos de Jehová (TJ) y declaró “extremistas” 34 publicaciones de los TJ. En años posteriores, varios grupos de Testigos de Jehová de toda Rusia fueron declarados “extremistas” por tribunales locales. Las decisiones pertinentes se basaban en la vaga definición de “extremismo” de la legislación rusa y eran coherentes con la creciente práctica de su vaga aplicación, que cada vez más se dirigía a la disidencia política, pero también a la religiosa y a otras formas de disidencia. En abril de 2017, el Tribunal Supremo ruso dictaminó que la organización central de los Testigos de Jehová en Rusia debía ser cerrada, sus actividades detenidas y sus propiedades confiscadas. Esto prohibió efectivamente todos los grupos locales. Desde entonces, cualquier actividad en nombre de un grupo local de Testigos de Jehová se considera delictiva.
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En una fría noche de noviembre en un monótono edificio de apartamentos en las afueras de Moscú, siete adultos y dos niños pequeños se apiñaron alrededor de la pantalla de un ordenador y cantaron un himno tan silenciosamente como pudieron. “Cualquiera que sea la prueba que se te presente, nunca cedas a la duda o al miedo. Jehová te proporcionará una salida, nuestro Dios siempre estará cerca”, coreaban. “En el salón del reino nos gustaba cantar en voz alta, pero ahora sólo podemos susurrar”, dijo Yevgeny, que pidió que no se revelara su apellido para evitar ser arrestado. “Si pasa algo, sólo vemos películas con los amigos”. Los Testigos de Jehová, una confesión cristiana internacional con sede en Estados Unidos que cuenta con 8,5 millones de miembros, son habituales en países de todo el mundo, ya que el proselitismo puerta a puerta es un principio central de su fe. Pero en Rusia se han visto obligados a pasar a la clandestinidad tras ser encarcelados y acusados de tortura; sólo los fundamentalistas islámicos reciben un trato más duro.
El Ministerio de Justicia ruso califica al grupo, que ha aumentado su número de miembros hasta 170.000, como una amenaza para el orden público. Fueron prohibidos como “extremistas” en Rusia en 2017, lo que les sitúa en las mismas filas que los neonazis. Un portavoz de la conservadora Iglesia Ortodoxa Rusa, que ha crecido en influencia bajo el mandato de Putin, ha dicho que los Testigos de Jehová manipulan la conciencia de la gente y “no pueden ser llamados cristianos.”
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Dado que el culto religioso implica la práctica de la religión, y que la actividad misionera es esencial para la práctica de los Testigos de Jehová, el abandono de ésta constituye de hecho una sumisión a las órdenes de la autoridad que viola el derecho humano a la libertad de religión. La situación de los Testigos de Jehová en Rusia puede justificar la concesión del estatuto de refugiado por el riesgo de persecución religiosa.
El Tribunal Administrativo del Voivodato de Varsovia, en dos sentencias de 13 de noviembre de 2020, IV SA/Wa 639/20 y IV SA/Wa 640/20, revocó para su reconsideración la decisión de los órganos administrativos de ambas instancias de denegar el estatuto de refugiado a los Testigos de Jehová de Rusia.
Las mujeres solicitantes de asilo acudieron a Polonia en 2018 debido a la preocupación por la persecución religiosa en su país. En Rusia, en 2017, el Tribunal Supremo de la Federación Rusa ilegalizó la comunidad religiosa rusa de los Testigos de Jehová y emitió una decisión para confiscar los bienes de la asociación religiosa. Los Testigos de Jehová han sido reconocidos como una organización extremista en Rusia. Los que participan en actividades religiosas activas se enfrentan a multas, prisión, acoso y confiscación de bienes. Los Testigos de Jehová en Rusia son objeto de violencia y discriminación en su vida cotidiana.
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(Moscú) – Las autoridades policiales de toda Rusia han intensificado drásticamente la persecución de los Testigos de Jehová en todo el país en los últimos 12 meses, dijo hoy Human Rights Watch. Un año después de que el presidente Vladimir Putin dijera que la represión contra ellos debía “estudiarse”, el número de redadas en domicilios y de personas bajo investigación penal se ha duplicado con creces, y 32 fieles de los Testigos de Jehová se encuentran entre rejas por practicar pacíficamente su fe.
Al menos 313 personas se enfrentan a cargos, están en juicio o han sido condenadas por “extremismo” criminal por participar en las actividades de los Testigos de Jehová, o son sospechosas en tales casos. Aproximadamente dos tercios de ellos se enteraron de su condición de sospechosos o acusados en 2019. Las autoridades han llevado a cabo al menos 780 redadas domiciliarias desde 2017 en más de 70 pueblos y ciudades de toda Rusia, más de la mitad de ellas en 2019. Los tribunales condenaron a 18 personas en 2019, nueve de las cuales recibieron penas de prisión de entre dos y seis años, por actividades como dirigir o participar en reuniones de oración. Se esperan veredictos en varios casos a finales de enero.
