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Educacion emocional en la infancia
El niño invisible
El desarrollo emocional implica aprender qué son los sentimientos y las emociones, comprender cómo y por qué se producen, reconocer los propios sentimientos y los de los demás, y desarrollar formas eficaces de gestionar esos sentimientos.
El desarrollo emocional es una tarea compleja que comienza en la infancia y continúa en la edad adulta. Las primeras emociones que pueden reconocerse en los bebés son la alegría, la ira, la tristeza y el miedo. A medida que se desarrolla el sentido del yo de los niños, surgen emociones más complejas como la timidez, la sorpresa, el júbilo, la vergüenza, la culpa, el orgullo y la empatía. Los niños y jóvenes en edad escolar todavía están aprendiendo a identificar las emociones, a entender por qué se producen y a gestionarlas adecuadamente.
¡mi boca es un volcán!
En un aula de preescolar, algunos de los niños de 3 y 4 años sonríen, ríen y se ríen durante el juego libre; sienten curiosidad por lo que ocurre a continuación durante la hora del cuento; hacen preguntas de qué y por qué mientras realizan actividades prácticas; y utilizan palabras para expresar sus sentimientos y necesidades. En la zona de juguetes, Tom y Juan cogen un cochecito azul. Tom dice: “¿Puedo tenerlo yo primero, y tú después?”. Juan responde: “Lo tienes tú durante cinco minutos y luego lo tengo yo”. Al darse cuenta de este intercambio, su profesora dice: “Tom y Juan, estáis hablando de turnos. Qué buena manera de jugar juntos”.
Tom, Juan y sus compañeros son un modelo de salud social y emocional en preescolar. Los niños que gozan de salud social y emocional tienden a demostrar, y a seguir desarrollando, varios comportamientos y habilidades importantes (adaptado de McClellan & Katz 2001 y Bilmes 2012). Ellos
La salud social y emocional de los niños afecta a su desarrollo y aprendizaje general. Las investigaciones indican que los niños que gozan de buena salud mental tienden a ser más felices, a mostrar una mayor motivación para aprender, a tener una actitud más positiva hacia la escuela, a participar con más ganas en las actividades de clase y a demostrar un mayor rendimiento académico que sus compañeros menos sanos mentalmente (Hyson 2004; Kostelnik et al. 2015). Los niños que muestran dificultades sociales y emocionales tienden a tener problemas para seguir instrucciones y participar en actividades de aprendizaje. En comparación con sus compañeros más sanos, pueden ser más propensos a sufrir el rechazo de sus compañeros de clase, tener una baja autoestima, tener un mal rendimiento escolar y ser suspendidos (Hyson 2004; Kostelnik et al. 2015). Así pues, la salud social y emocional de los niños es tan importante como su salud física, y afecta a su capacidad de desarrollo y a su potencial para llevar una vida plena.
Desarrollo socio-emocional
Las personas con fuertes habilidades socio-emocionales son más capaces de hacer frente a los desafíos cotidianos y se benefician académica, profesional y socialmente. Desde la resolución eficaz de problemas hasta la autodisciplina, pasando por el control de los impulsos y la gestión de las emociones, entre otras cosas, el desarrollo socioemocional sienta las bases para lograr efectos positivos a largo plazo en los niños, los adultos y las comunidades.
SEL ayuda a construir una base que apoya el éxito de los estudiantes tanto personal como académicamente. Cuando los niños están equipados con habilidades socio-emocionales, son más capaces de aprender y contribuir a un clima escolar positivo.
La comunicación, la relación con los demás, la asertividad y la resolución de problemas son habilidades que se enseñan en un programa SEL. Estas habilidades ayudan a las personas y a las organizaciones a construir un entorno de trabajo saludable, solidario y exitoso.Más información
SEL proporciona a las personas -desde la infancia hasta el final de la vida- las herramientas que necesitan para construir y mantener relaciones positivas, controlar las emociones fuertes y expresar empatía. La salud y la seguridad públicas también mejoran.Más información
Desarrollo socioemocional
El aprendizaje social y emocional (SEL, por sus siglas en inglés) es muy importante para ayudar a los niños en edad preescolar a comprender y gestionar sus emociones, sentir y mostrar empatía por los demás, establecer relaciones sanas, fijar objetivos positivos y tomar decisiones responsables. Una programación eficaz de SEL, desde el preescolar hasta la universidad, promoverá el desarrollo exitoso de habilidades sociales y emocionales que conducirán a futuras relaciones interpersonales saludables, a la asociación con compañeros no violentos y a la mejora del rendimiento académico.
Cuando se realizan esfuerzos integrados para desarrollar las habilidades sociales y emocionales de los estudiantes, se obtienen muchos resultados positivos, incluida la prevención de comportamientos de riesgo (por ejemplo, el consumo de drogas, la violencia, el acoso y el abandono escolar). Para promover eficazmente el SEL en la primera infancia, las escuelas y las agencias/organizaciones de la comunidad deben proporcionar desarrollo profesional sobre la implementación de programas SEL basados en la evidencia al personal que puede incorporar estos programas en sus lecciones. Por último, es importante que todas las entidades que atienden a los niños incorporen componentes de SEL en todos sus programas y servicios.