Protagoras aportaciones
Damon de atenas
Protágoras (/prəʊˈtæɡəˌræs/; griego: Πρωταγόρας; c. 490 a.C. – c. 420 a.C.)[1] fue un filósofo y teórico retórico griego presocrático. Platón lo considera uno de los sofistas. En su diálogo Protágoras, Platón le atribuye la invención del papel del sofista profesional.
También se cree que Protágoras creó una gran controversia durante la antigüedad por su afirmación de que “el hombre es la medida de todas las cosas”, interpretada por Platón en el sentido de que no existe una verdad objetiva. Lo que los individuos consideran la verdad, es la verdad.
Protágoras nació en Abdera, Tracia, frente a la isla de Thasos (hoy parte de la unidad regional de Xanthi). Según Aulus Gellius, al principio se ganaba la vida como porteador, pero un día fue visto por el filósofo Demócrito llevando una carga de pequeños trozos de madera que había atado con una cuerda corta. Demócrito se dio cuenta de que Protágoras había atado la carga con una precisión geométrica tan perfecta que debía ser un prodigio de las matemáticas. Demócrito lo acogió rápidamente en su casa y le enseñó filosofía[3]. Protágoras llegó a ser muy conocido en Atenas e incluso se hizo amigo de Pericles[4].
Leyes
Protágoras (/prəʊˈtæɡəˌræs/; griego: Πρωταγόρας; c. 490 a.C. – c. 420 a.C.)[1] fue un filósofo griego presocrático y teórico de la retórica. Platón lo considera uno de los sofistas. En su diálogo Protágoras, Platón le atribuye la invención del papel del sofista profesional.
También se cree que Protágoras creó una gran controversia durante la antigüedad por su afirmación de que “el hombre es la medida de todas las cosas”, interpretada por Platón en el sentido de que no existe una verdad objetiva. Lo que los individuos consideran la verdad, es la verdad.
Protágoras nació en Abdera, Tracia, frente a la isla de Thasos (hoy parte de la unidad regional de Xanthi). Según Aulus Gellius, al principio se ganaba la vida como porteador, pero un día fue visto por el filósofo Demócrito llevando una carga de pequeños trozos de madera que había atado con una cuerda corta. Demócrito se dio cuenta de que Protágoras había atado la carga con una precisión geométrica tan perfecta que debía ser un prodigio de las matemáticas. Demócrito lo acogió rápidamente en su casa y le enseñó filosofía[3]. Protágoras llegó a ser muy conocido en Atenas e incluso se hizo amigo de Pericles[4].
Sócrates
Silvermintz, Daniel. “De los humildes comienzos al célebre maestro”. Protágoras. Londres: Bloomsbury Academic, 2016. 1-20. Colecciones de Bloomsbury. Web. 22 nov. 2021. <http://dx.doi.org/10.5040/9781474256186.ch-001>.
El nombre Protágoras deriva de dos palabras griegas: protos (primero) y agoreuo (hablar en público, especialmente en la asamblea) (Liddell et al. 1940). Por casualidad, su nombre resume sus muchos logros.
viene de orígenes bastante humildes, trabajando como obrero manual. El filósofo Timón de Flius (320-230 a.C.) describe el aspecto rudo de Protágoras: “un hombre 3con voz clara, ojo recto en la marca, y capaz para cualquier trabajo” (Sprague 1972: 10). Al considerar a Protágoras
estos. Los primeros principios del universo son los átomos y el espacio vacío; todo lo demás sólo se cree que existe” (9.7.44)[7] En contraste con las teorías científicas anteriores, Demócrito no concede un estatus divino a los elementos primarios.
Aristófanes, que ofrece una crítica mordaz de la ilustración científica en su obra satírica, Nubes, estrenada en el año 423 a.C. Exponiendo la impiedad de los científicos naturales, el personaje Sócrates proclama irreverentemente que Vortex
Anaxágoras
Si separamos a Protágoras de los retratos generales de la “sofística”, como recomiendan la mayoría de los estudiosos (por ejemplo, los que figuran más abajo en la bibliografía), nuestra información sobre él es relativamente escasa. Nació aproximadamente en el año 490 a. C. en la ciudad de Abdera, en Tracia, y murió hacia el año 420 a. C. (lugar desconocido). Viajó por toda Grecia ganándose la vida principalmente como profesor y tal vez consejero y vivió en Atenas durante varios años, donde se relacionó con Pericles y otros atenienses ricos e influyentes. Pericles le invitó a redactar la constitución de la recién fundada colonia ateniense de Thurii en el año 444 a.C. Alrededor de la vida de Protágoras se desarrollaron muchas leyendas posteriores que probablemente son falsas, entre ellas la de que estudió con Demócrito, su juicio por impiedad, la quema de sus libros y su huida de Atenas.
Atenas era una sociedad extremadamente litigiosa. No sólo las diversas rivalidades políticas y personales se llevaban a cabo normalmente por medio de pleitos, sino que un tipo especial de impuestos, conocidos como “liturgias”, podían dar lugar a un procedimiento conocido como “antidosis” (intercambio). Una liturgia era un gasto público (como proporcionar un barco para la armada o apoyar una fiesta religiosa) asignado a uno de los hombres más ricos de la comunidad. Si un hombre pensaba que se le había asignado la liturgia injustamente, porque había un hombre más rico capaz de asumirla, podía presentar una demanda para intercambiar su propiedad con la del otro hombre o para trasladar la carga de la liturgia al hombre más rico. Dado que los atenienses tenían que representarse a sí mismos en los tribunales en lugar de contratar abogados, era esencial que los hombres ricos aprendieran a hablar bien para defender sus propiedades; si no podían hacerlo, estarían a merced de cualquiera que quisiera extorsionarlos. Si bien esto hizo que las enseñanzas de Protágoras fueran muy valiosas, también llevó a cierta facción conservadora (por ejemplo, el dramaturgo cómico Aristófanes) a desconfiar de él, de la misma manera que la gente ahora podría desconfiar de un abogado hábil.