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Busqueda de la felicidad aristoteles
John stuart mill
La felicidad suena bien, ¿verdad? ¿No quiere todo el mundo ser feliz? Pero, ¿qué significa eso exactamente? Para algunos, la felicidad puede significar no ir a trabajar el lunes o, para otros, puede significar conseguir un aumento de sueldo y, para otros, puede significar la jubilación. Sea cual sea su versión de la felicidad, no es algo nuevo para nosotros y, como sociedad, la deseamos con fuerza. La mención a la felicidad aparece incluso en la conocida frase de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos “La vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”.
El filósofo griego Aristóteles tenía su propio sistema ético que se centraba en la creencia de que la felicidad es un objetivo de la vida humana. El nombre dado a esta creencia se llamaba eudaimonia, que significa estar en un estado de bienestar. Para Aristóteles, la felicidad provenía de un lugar de satisfacción al vivir una vida con vivacidad, propósito y alegría. De hecho, Aristóteles no asociaba la felicidad con la riqueza, el placer o la fama, sino que creía que la verdadera felicidad proviene del crecimiento personal y de la mejora continua de uno mismo. Las enseñanzas de Aristóteles contemplaban numerosos rasgos de carácter, (ethos -de donde se derivó la palabra ética-), como el valor, la libido de la ira, la forma en que tratamos a la gente en general y cómo vemos el dinero. La verdadera felicidad viene de “cosechar” estos rasgos en las cantidades adecuadas para que sean una virtud y no un vicio.
Para alcanzar la felicidad el ser humano debe perseguir sólo cosas extremadamente positivas
“La felicidad depende de nosotros mismos”. Más que nadie, Aristóteles consagra la felicidad como un propósito central de la vida humana y una meta en sí misma. Por ello, dedica más espacio al tema de la felicidad que cualquier otro pensador anterior a la era moderna. Viviendo en la misma época que Mencio, pero al otro lado del mundo, llega a algunas conclusiones similares, es decir, que la felicidad depende del cultivo de la virtud, aunque sus virtudes son algo más individualistas que las esencialmente sociales de los confucianos. Sin embargo, como veremos, Aristóteles estaba convencido de que una vida verdaderamente feliz requería el cumplimiento de una amplia gama de condiciones, incluyendo el bienestar físico y mental. De este modo, introdujo la idea de una ciencia de la felicidad en el sentido clásico, en términos de un nuevo campo de conocimiento.Esencialmente, Aristóteles sostiene que la virtud se logra manteniendo el Medio, que es el equilibrio entre dos excesos. La doctrina de Aristóteles sobre el Medio recuerda al Camino Medio de Buda, pero hay diferencias intrigantes. Para Aristóteles el medio era un método para alcanzar la virtud, pero para Buda el Camino Medio se refería a una forma de vida pacífica que negociaba los extremos del duro ascetismo y la búsqueda del placer sensual. El Camino Medio era un requisito mínimo para la vida meditativa, y no la fuente de la virtud en sí misma.
¿qué dice aristóteles sobre la vida buena? ¿sigue siendo válida en el mundo contemporáneo?
La búsqueda de la felicidad es un derecho inalienable en la Constitución estadounidense. Sin embargo, una cosa que he aprendido al trabajar e interactuar con personas de gran categoría, ricas e influyentes en todo el mundo, es que el éxito no necesariamente trae consigo la felicidad. Una cosa es absolutamente cierta: los pobres no tienen el monopolio del sufrimiento. Los que tienen éxito pueden sufrir, y de hecho lo hacen, y no consiguen alcanzar una sensación real de felicidad y bienestar en sus vidas.
Desgraciadamente, como sociedad, no nos ayuda la orientación que recibimos sobre la felicidad. Lamentablemente, la felicidad no es algo que entendamos muy bien hoy en día. Es lamentable porque la felicidad es muy importante. Todos entendemos que, por mucho éxito que tengas, si no eres feliz, si eres desgraciado, hay, como mínimo, algo importante que no has hecho bien en tu vida.
Esto se refleja en nuestra vida laboral. Demasiados de nosotros experimentamos nuestra vida laboral como algo alienante, agotador y abrumador. El trabajo aumenta nuestra riqueza pero nos hace sentirnos miserables. Nos hace desgraciados porque vamos a trabajar por las razones equivocadas. Vamos a trabajar por las razones equivocadas porque no entendemos realmente lo que es la felicidad y lo que tenemos que hacer para conseguirla.
Eudaimonia
La filosofía de la felicidad es la preocupación filosófica por la existencia, la naturaleza y la consecución de la felicidad. Algunos filósofos creen que la felicidad puede entenderse como el objetivo moral de la vida o como un aspecto del azar; de hecho, en la mayoría de las lenguas europeas el término felicidad es sinónimo de suerte[1]. Así, los filósofos suelen explicar la felicidad como un estado de ánimo o una vida que va bien para la persona que la lleva[2]. Dada la preocupación pragmática por la consecución de la felicidad, la investigación en psicología ha guiado a muchos filósofos actuales en el desarrollo de sus teorías[3].
En La República, Platón afirma que los que son morales son los únicos que pueden ser verdaderamente felices. Por ello, hay que entender las virtudes cardinales, especialmente la justicia. A través del experimento mental del Anillo de Gigos, Platón llega a la conclusión de que quien abusa del poder se esclaviza a sus apetitos, mientras que el hombre que decide no hacerlo permanece racionalmente en control de sí mismo, y por lo tanto es feliz[5].