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Manipulacion de la opinion publica
influir en la opinión pública
La manipulación de multitudes es el uso intencionado o involuntario de técnicas basadas en los principios de la psicología de las multitudes para captar, controlar o influir en los deseos de una multitud con el fin de dirigir su comportamiento hacia una acción específica.[1][enlace muerto] Esta práctica es común a la religión, la política y los negocios y puede facilitar la aprobación o desaprobación o la indiferencia hacia una persona, política o producto. La ética de la manipulación de multitudes es comúnmente cuestionada.
La manipulación de multitudes difiere de la propaganda, aunque pueden reforzarse mutuamente para producir un resultado deseado. Si la propaganda es “el esfuerzo constante y duradero para crear o dar forma a los acontecimientos con el fin de influir en las relaciones del público con una empresa, idea o grupo”,[2] la manipulación de multitudes es la llamada a la acción relativamente breve una vez que se han sembrado las semillas de la propaganda (es decir, más concretamente la “prepropaganda”[3]) y el público se ha organizado en una multitud. El propagandista apela a las masas, aunque estén compartimentadas, mientras que el manipulador de multitudes apela a un segmento de las masas reunidas en una multitud (como una manifestación política o una congregación o una reunión de campamento) en tiempo real[4].
cómo se llama la manipulación política
Martes, 16 de enero de 2018 – 2:00 pm-2:30 pmRobert McArdle, Director FTR – CyberCrime ResearchResumen: ¿Son tus opiniones realmente tuyas-o cuánto han sido cuidadosamente moldeadas hasta que crees que lo son? La conectividad digital actual permite compartir información como nunca antes: las fronteras tradicionales y las limitaciones de la distancia ya no existen. Pero esta misma conectividad también facilita la manipulación de la percepción de la realidad por parte del público. El término “fake news” se ha hecho cada vez más común en el último año, pero es sólo una faceta de un problema mucho mayor: el uso de la tecnología para alterar la opinión pública y, en última instancia, afectar al mundo real.
Este fenómeno no es nuevo. En cada momento de la historia de la humanidad en el que una nueva tecnología de comunicación disruptiva ha sustituido a otra, la propaganda y la manipulación florecen. Cada método de comunicación tiene sus normas y costumbres sociales asociadas, pero éstas tardan en formarse. Lo que se permite en la televisión, la radio y la prensa escrita está bien establecido, pero Internet aún no ha alcanzado ese nivel de madurez.
definición de manipulación gubernamental
Una nueva investigación del Oxford Internet Institute ha descubierto que la manipulación de las redes sociales está empeorando, con un número creciente de gobiernos y partidos políticos que hacen un uso cínico de los algoritmos de las redes sociales, la automatización y el big data para manipular la opinión pública a gran escala, con implicaciones enormemente preocupantes para la democracia.
El informe revela que la propaganda computacional y la manipulación de las redes sociales han proliferado de forma masiva en los últimos años, y ahora prevalecen en más del doble de países (70) que hace dos años (28). Un aumento del 150%.
“El uso de la propaganda informática para moldear las actitudes del público a través de los medios sociales se ha convertido en la corriente principal, extendiéndose mucho más allá de las acciones de unos pocos malos actores”, añaden. “En un entorno informativo caracterizado por grandes volúmenes de información y niveles limitados de atención y confianza de los usuarios, las herramientas y técnicas de propaganda computacional se están convirtiendo en una parte común -y podría decirse que esencial- de las campañas digitales y la diplomacia pública.”
Un informe del Oxford Internet Institute (OII) de la Universidad de Oxford ha descubierto que los gobiernos y los partidos políticos pagan cada vez más a empresas privadas para manipular la opinión pública utilizando las plataformas de los medios sociales.
En total, 81 países (frente a los 70 de 2019) utilizan ahora “tropas cibernéticas” organizadas para distribuir propaganda, información errónea y desinformación en las plataformas de medios sociales. Estas tropas están vinculadas principalmente a organismos estatales, pero también son utilizadas por los partidos políticos para socavar a la oposición.
De ellos, 79 países utilizaron cuentas gestionadas por personas, 57 utilizaron bots y 14 utilizaron cuentas pirateadas o robadas para compartir y amplificar mensajes políticos. Entre las técnicas más extendidas se encuentran la desinformación y la manipulación de los medios de comunicación, los ataques respaldados por el Estado a opositores y activistas políticos (trolling), y las estrategias de transmisión de datos para microfocalizar los anuncios políticos.
El informe encontró pruebas de que 48 países -entre ellos el Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y Libia- pagaban a empresas para gestionar campañas de propaganda. Esta cifra es casi el doble de la identificada en el informe del OII de 2019. Estas empresas tienden a comercializarse como proveedores de servicios de “comunicación estratégica”. Los autores del informe describen esta tendencia como la creciente profesionalización de las campañas de influencia o “desinformación por encargo”.